A pesar de que fue la primera vez que llovió durante la prueba, las bodas de plata de la Mitja Mararató Internacional Vila de Santa Pola fue todo un acontecimiento. Antes de comenzar la climatología era perfecta para correr: diez grados de temperatura, nada de viento y el suelo totalmente seco, pero poco después de darse la salida comenzaron a caer gotas y la lluvia fue cada vez más intensa.
En esta edición se batió el récord de inscritos con 9.300; finalmente cruzaron la meta, tras haber completado 21 kilómetros y 97 metros, 8.151 atletas. El enorme pelotón de atletas tardó casi seis minutos en superar la línea de salida, y el último clasificado completó el recorrido en 3 horas y 11 minutos.